jueves, 20 de noviembre de 2008

Mis Fotos II












Allí donde hubo

sostuvo su respuesta

de hojas meciéndose al viento,

de vientres parturientos.

Allí donde estuvo

observó el mundo silencioso

de las piedras corroídas

por el ácido del tiempo,

construyó imágenes,

desbarató el color de la noche

hasta convertirlo en luces

de desvaído color ceniciento.

Allí donde hubo

acalló su respuesta

de blancas mañanas,

de gotas de rocío,

de fotogramas grises

hilvanados entre los restos etílicos

de algunos naufragios mentales.

Allí donde estuvo

observó los rostros grisáceos

de gentes sin forma,

de gentes sin ojos,

de gentes sin boca,

de gentes de delgada arena

que se filtraban entre sus dedos

de agua como sombras chinescas.



Sin Título II


sábado, 11 de octubre de 2008

El Aparato y sus Protagonistas

En la era de la técnica y de las masas los hombres son utilizados como un "aparato". "El aparato es el sistema en el que se les coloca a voluntad, ya en este lugar, ya en aquel otro. El sistema no es una sustancia histórica que lo hombres llenan con su ser personal" (K.Jasper). El individuo es el sumando de una estadística, aparece como un solicitante, como un número. Se sabe de él lo que se anota en el fichero personal. ¿Cómo podría abarcarse y dirigirse de otra forma la colectividad de la era de la masa, si no es con una burocracia maquinal? El mundo social, revolucinado por la expansión técnica industrial, la vertiginosa evolución hacia la ciudad mastodonte, el aumento de la población, las crecientes exigencias del standard de vida y de la higiene, y otras muchas cosas más, hacen inevitable una evolución hacia el aparato administrativo.

Pero el aparato se ha convertido en fin de sí mismo - y aquí está el riesgo - .En este caso ya no sirve a la comunidad, sino que ésta se convierte en objeto de leyes, ordenaciones, disposiciones que se producen y emanan con ritmo incesante. En el laberinto de las leyes, el individuo aislado sólo puede defender sus derechos si sale al encuentro de las pretenciones burocráticas totalistas del Estado incorporado a una de las organizaciones establecidas con esta finalidad. El hombre tiene el valor sólo como miembro de una asociación. Ahora bien, como ha indicado T. Eschenburg, estas asociaciones se convierten cada vez más en un Estado dentro del Estado. Las guía el impulso de llegar a apoderarse de los puestos claves del aparato estatal. El grupo intenta "romper el principio de la separación de poderes, con el objeto de influir en las tareas del ejecutivo, en la preparación de las leyes y en el cumplimiento de las mismas". Los diputados codiciosos y los grupos de presión ponen en peligro la democracia.

El elemento más importante del aparato es el funcionario. El funcionario no ocupa la cumbre, no ejerce ningún influjo personal, pero se cuida de que las instrucciones lleguen de arriba a abajo y se cumplan sin una excesiva pérdida por fricción. El funcionario amortigua y paraliza los intentos perturbadores, antes de que penetren en el interior de la maquinaria y puedan originar desviaciones. El funcionari marca la división entre Estado y pueblo. La idea de F. von Stein de llegar a entenderse, al menos a nivel regional, con la honorable administración oficial, es en nuestro tiempo y nuestro mundo totalmente ilusoria. Sólo el funcionario hace posible que el aparato sea capaz de movimiento. Su función es absolutamente indispensable, porque es forzoso elegir entre aparato o caos. Por otra parte, los funcionarios están llamados y capacitados para oponer una barrera victoriosa a los caprichos y las demasías de la organización, de la que depende la dirección. Empleando esta imagen: el aparato es necesario, pero el funcionario puede dirigirle un una direcciòn determinada y, ante una catástrofe, ponerle en punto muerto. "Nuestra tesis es que en una época máximo refinamiento del conjunto de instrumentos técnicos de poder estatal, a los detentadores de los puestos administrativos burocráticos les incumbre paradójicamente como deber el derecho a oponerse a todo dominio injustificado". (H. Von Borch).

Ante los mandos supremos del aparato se sienta el director. J. Burnham habla de un "régimen de directores" en nuestro tiempo. "Los directores emplean los nombres más variados. A veces se llaman directores de producción, jefes de negocios, directores técnicos, directores administrativos; en el servicio estatal - pues se les encuentra tanto en los negocios del Estado como en las empresas privadas - se llaman administradores, comisarios, directores de oficina, etc..." Al director le compete la planificación, y a ella se debe supeditar cualquiera otra clase de intereses. Lo único decisivo es lo que está acorde con este fin. El puesto de las consideraciones morales, religiosas o humanas en general es desplazado por la reflexión racional. En la era de la técnica los directores y especialistas ocupan, por necesidad, los puestos clave. Con todo, tiene razón P. Sering cuando afirma que de aquí no debería derivarse necesariamente un "régimen" de directores. El pueblo debería ejercer un control eficaz sobre los hombres que le dirigen.

Los problemas políticos y económicos de nuestra época, pueden ser solucionados con pulso y tino. El liberalismo extremo está tan poco indicado como el extremo socialismo. Debe rechazarse el régimen de los directores; la planificación estatal es peligrosa, pero, al mismo tiempo, las planificaciones y el aparato administrativo son indispensables. La política de alianzas debe desaparecer, pero en nuestra actual situación es conveniente, como forma de resistencia. Hay que pilotar la nave cautamente entre Scylla y Carybdis. El hecho de que la nave lleve a bordo diversos sistemas y concepciones, cuyo contenido de verdad se unen para formar una síntesis, nos permite confiar en que nuestro mundo, cuarteado, llegará a encontrar por fin la unidad salvadora. Esta nueva orientación y revalorización alcanza al capitalismo. Ha pasado la época del "rugged individualism" (el rudo individualismo). Apenas existen ya capitanes de industria al estilo de J.D.Rockefeller que sin escrúpulos (y con olfato genial) elimina la competencia, a base de soborno y dinamita, paga en un proceso una multa de 29 millones de dólares, gana con una conversación telefónica 205 millones de dólares en la Bolsa, construye iglesias baptistas y rascacielos, vive con austeridad espartana y rebosa, sin embargo arrogancia capitalista. El "nuevo empresario" se siente a sí mismo como una persona consciente y responsable. Necesita libertad, desde luego, pero no la confunde con el egoísmo ilimitado. "Cuando proporciona trabajo debe saber que es el primero entre iguales, un caudillo que, como hombre libre, crea cada día nuevamente una comunidad de trabajo con todos sus colaboradores, no autocráticamente, sino democráticamente... El hombre debe valer más que el instrumento"(A.Weber).

Esta nueva orientación ha marcado también al liberalismo, convirtiéndole en "neoliberalismo". Está situado "más allá de la oferta y la demanda". El liberalismo standar de vida le parece un fin subordinado. Se ha hecho humanístico: quiere respetar al hombre en su peculiaridad individual, no rebajarle a la categoría de medio o de cosa. Es anti-autoritario, dispuesto a dar al César lo que es del César, pero guardándose de todo "romanticismo comunitario" que "convierte al organismo estatal en objeto de culto místico, que le considera como una especie de supraorganismo o incluso le hace Dios" (W.Röpke). El liberalismo es universal: se opone al patriotismo, al nacionalismo y al chauvinismo. Es también social: declara la guerra al monopolio. Se diferencia del socialismo sólo en el modo de combatir los monopolios. La propiedad privada debe estar justamente repartida, la comunidad debe ser atendida y se debe salvar, por tanto, el abismo que separa al aparato estatal anónimo del ciudadano concreto. Es necesario que el "proletario" pueda tener acceso a la propiedad, pues ésta le da un apoyo en épocas de penuria y es, al mismo tiempo, una protección sólida para sus exigencias salariales. El desarraigo y el nomadismo, en los que muchas veces el salario es sólo un medio para "comprar las entradas del cine", deben ceder el paso a la sedentarización, a la vinculación con la naturaleza y el suelo. El Estado ayuda haciendo cumplir unas normas, acepta el papel de "director y árbitro del encuentro, pero sin tomar parte en el juego". "Así se redondea la imagen de una economía de mercado bajo el orden y la vigilancia del Estado, en el que la libertad individual puede explayarse dentro de los límites exigidos por la libertad de los demás".

También en el socialismo el sistema económico es tan sólo parte de un círculo de ideas éticas, religiosas y políticas. La idea primaria y decisiva es la libertad - la máxima libertad posible para todos, no sólo para un grupo de privilegiados. "Igualdad, libertad, fraternidad" son los rasgos distintivos del socialismo, pero no como abstracción. El socialismo procura alcanzar este objetivo a través de una serie de reivindicaciones económicas concretas. El socialismo es, pues, tan antiguo como el fundamento de la sociedad y del Estado. El movimiento social, por el contrario, nació en el siglo XIX, en los comienzos y como consecuencia de la primera "revolución industrial". Marx le marcó su impronta, pero se cerró desde el principio y enérgicamente a la línea de pensamiento comunista. El movimiento social se reconoce en lo que Lenín llamaba despectivamente "reformismo sindicalista": mejora incesante de las condiciones de vida en el marco de un proceso evolutivo continuo y expreso. No tiene ninguna orientación materialista, pero cree que Marx (y no sólo con Marx) que el ser social marca, aunque no define, el ser espiritual del hombre y que sólo las mejoras materiales crean el clima en el que prosperan la cultura y la humanidad.

jueves, 2 de octubre de 2008

MIS FOTOS


















PABLO NERUDA - UNIDAD

Hay algo denso, unido, sentado en el fondo,
repitiendo su número, su señal idéntica.
Como se nota que las piedras han tocado el tiempo,
en su fina materia hay olor a edad
y el agua que trae el mar, de sal y sueño.

Me rodea una misma cosa, un sólo movimiento:
el peso del mineral, la luz de la piel,
se pegan al sonido de la palabra noche:
la tinta del trigo, del marfil, del llanto,
las cosas de cuero, de madera, de lana,
envejecidas, desteñidas, uniformes,
se unen en torno a mí como paredes.
Trabajo sordamente, girando sobre mi mismo,
como el cuervo sobre la muerte, el cuervo de luto.
Pienso, aislado en lo extenso de las estaciones,
central, rodeado de geografía silenciosa:
una temperatura parcial cae del cielo,
un extremo imperio de confusas unidades
se reúne rodeándome.

domingo, 28 de septiembre de 2008

Pablo Neruda - Residencia en la Tierra

No te quiero sino porque te quiero
y de quererte a no quererte llego
y de esperarte cuando no te espero
pasa mi corazón del frío al fuego.
Te quiero sólo porque a ti te quiero,
te odio sin fin, y odiándote te ruego,
y la medida de mi amor viajero
es no verte y amarte como un ciego.
Tal vez consumirá la luz de Enero,
su rayo cruel, mi corazón entero,
robándome la llave del sosiego.
En esta historia sólo yo me muero
y moriré de amor porque yo te quiero,
porque te quiero, amor, a sangre y fuego.

jueves, 25 de septiembre de 2008

LA MASA SOLITARIA


El Lenguaje es la casa del ser, escribe M.Heidegger en su carta sobre el Humanismo. El lenguaje no es ni una esotérica barranca en la que uno pueda hundirse y ocultarse ni el mercado general en el que se pueden trocar frases baratas y muletillas; es el medio de una auténtica comunicación, el único medio que permite el encuentrodel hombre con la sociedad. Sin embargo, el encuentro en la palabra ocurre escasas veces, porque está la servicio sobre todo de la sugestión, de la propaganda, de la nebulosidad y el ocultamiento, danza en el "baile de las máscaras de las ideologías" (W.Röpke). La crisis del diálogo es perfectamente visible en los encuentros políticos, tanto en ámbitos reducidos como a "escala internacional". Es muy raro conseguir un compromiso en el Parlamento a base de discursos y réplicas. Las palabras sirven más bien para injuriarse e inslutarse mutuamente. "En los cincuenta años de mi permanencia en Westminster, escribe un parlamentario inglés, he oído millares de discursos, pero muy pocos me hicieron cambiar de opinión y ni uno sólo ha influido en mis votos". Los debates parlamentarios - opina W.Martini - son "simulacros", justificaciones propagandísticas a posteriori de decisiones ya tomadas de antemano por las fracciones, son "discursos para la galería, destinados únicamente a influir en los futuros electores".



Advertimos esta degeneración de la conversación tanto en las reuniones sociales como en la esfera privada y familiar. Esta pérdida de la auténtica capacidad de diálogo y de la genuina situación dialogante viene encubierta bajo un afán enfermizo de discutir de todo y sobre todo. "No se tiene ninguna vecindad con el hombre, piensa K. Jaspers, no se piensa en el amor, sino en la utilidad, cuando se enumeran los partidarios o los adversarios de una teoría abstracta o de los fines concretos de la existencia. El individuo es valorado como algo interesante, no por sí mismo, sino como un incentivo. El incentivo cesa cuando ya no llama la atención. Se dice ilustrado el que tiene capacidad para todo esto, el que parece siempre nuevamente inteligente e interesante. El campo de esta ilustración es la discusión, que hoy es un fenómeno de la masas". La discusión se orienta a la masa, el diálogo exige el contacto íntimo, la afirmación personal, que no puede efectuarse no por teléfono ni ante el micrófono. M.Buber ha insinuado que "toda gran cultura ha sido en cierta medida una -civilisation of the dialogue-. Desde la primera guerra mundial hemos contemplado un proceso que llevaba consigo una creciente dificultad para el diálogo auténtico, especialmente entre hombres de diferentes de ser y pensar, "¿De qué sirve pedir al otro que hable, si ya tiene de antemano la intención de no prestar crédito a lo que diga?" Y, sin embargo, el porvenir de la humanidad depende de un "renacimiento del diálogo".


Ni en el lenguaje ni en ningún otro terreno tienen ya los hombres contacto mutuo. Así, por ejemplo, la técnica y el desarrollo económico-político vinculado a ella han provocado una extraordinaria aproximación externa de los pueblos, pero los han alejado íntimamente y los han azuzado unos contra otros. "La reducción de la distancia espacial entre los pueblos no los ha aproximado entre sí, sino que los ha prolongado hasta el espacio aéreo; el medio unificante del éter ha sido astillado por la censura y las emisiones perturbadoras" A.Koestler. Lo mismo puede decirse de la masa: los hombres se encuentran muy próximos unos a otros, pero no tienen contactos mutuos. D. Riesmann habla de la "masa solitaria". "Pobreza de contacto" es su rasgo característico. Cuanto más solitario está el hombre-masa, más urgente resulta propagar el concepto, hoy de moda, de la "human relation". La "masa solitaria" está perdida, sin posibilidad de salvación, en el laberinto de las opacas relaciones técnicas y comerciales, en el laberinto de un ambiente totalmente comercializado, en el laberinto de la gran ciudad en la que "en un mar de casas vive, de trecho en trecho, una existencia errante" O. Splenger.

Si quiero irme al desierto, no necesito trasladarme al Sahara, sino alquilar una habitación en el piso 24 de un hotel de Nueva York, dijo una vez W.H.Auden. S.Steinberg describe repetidas veces el bar como símbolo del vacío, de la nostalgía y de la soledad. Las figuras se sienten estereotipadas - "all in line" - ante el mostrador, amontonados o en sólida fila, pero con un profundo abísmo de separación; un cansado silencio yace en la estancia. "el bar es un sucedáneo del hogar, de la mujer, de la compañía, de los lazos". Los solitarios se encaraman en asientos giratorios y se contemplan, alternantes Narcisos, entre agonía y euforia, golpeados, afligidos, y también débiles. Tienen en el bar su oportunidad única: pueden beber hasta emborracharse. Es lo único que pueden hacer relamente. El caminante solitario no tiene ninguna verdad, la verdad dice Jasper, la verdad comienza entre dos.

INTRODUCCION A LA CULTURA CONTEMPORANEA

sábado, 20 de septiembre de 2008

Refranero Andaluz ( I )

Más sabe el tonto en su casa que el listo en la ajena.
Agua por San Juan quita vino y no da pan.
Suegra, Abogado y Doctor, cuánto más lejos mejor.
La mejor palabra es la que no se dice.
El Señor le da pañuelos al que no tiene narices.
Lo malo viene volando, y lo bueno cojeando.
El que no anda no tropieza.

NERUDA - POEMA Nº 7

Inclinado en las tardes tiro mis tristes redes
a tus ojos oceánicos.
Allí se estira y arde en la más alta hoguera
mi soledad que da vueltas los brazos como un náufrago.
Hago rojas señales sobre tus ojos ausentes
que olean como el mar a la orilla de un faro.
Sólo guardas tinieblas, hembra distante y mía,
de tu mirada emerge a veces la costa del espanto.

Inclinado en las tardes echo mis tristes redes
a ese mar que sacude tus ojos oceánicos.
Los pájaros nocturnos picotean las primeras estrellas
que centellean como mi alma cuando te amo.
Galopa lo noche en su yegua sombría
desparramando espigas azules sobre el campo.


jueves, 18 de septiembre de 2008

LA MIRADA TRAS LA MÁSCARA


El artista, el poeta y el pensador modernos reconocen desengañadamente que el "resplandor de la verdad" es una apariencia engañosa, que "los valores se desvalorizan"(Nietzsche), y se sienten reducidos, en su proceso creador, a un toma y montaje de fragmentos enmarañados de la realidad. Pero, por otra parte, existe otro grupo de pensadores que no reivindican la pretensión de atravesar el mundo visible para poder llegar hasta el ser verdadero, abarcarlo y darle forma. " La imagen es visión inmediata, es puerta hacia otro mundo"( H.Walden). El arte es una tentativa - ha dicho E. Barlacha - "por ver detrás de la máscara de lo que aparece".
¿Por qué tendríamos que "detenernos en los detalles de la máscara?" Se "quita la piel exterior" de los fenómenos o apariencias, no se la reproduce, o sólo bajo una forma difícilmente reconocible, para no distraer al pensador de lo esencial. Ya no se trata de expresar el campo florido, sino la fuerza de la floración; no se busca una copia del mar, sino el resplandor que sobre él reposa, no la casa paterna, sino la nostalgia del recuerdo. "No pintamos ya el bosque o el caballo, tal como nos agrada o como se nos aparece, sino tal como son en realidad, tal como el caballo o el bosque se sienten a sí mismos, su esencia absoluta, que palpita tras la apariencia, y que vemos "ahora", escribe Franz Marc. Y Paul Klee nota: "se aspira a una esencialización de lo accidental. El arte se refiere a la creación a modo de parábola. Es, a veces, un ejemplo, del mismo modo que lo terreno es un ejemplo de lo cósmico".
El expresionismo ocupa el puesto de la impresión ( "une ouvre d´art c´est un coin de la création vua a travers un tempérament"[E. Zola] ), es la revelación del mundo interior, de la esencia humana, de sus sentimientos, de sus pensamientos y sus vivencias.

"El impresionista está situado en algún lugar fuera de la naturaleza, desempaqueta sus pinceles y comienza a reproducir, en virtud de un impulso repentino, lo que se le pone delante, acuciantemente, en este momento. El expresionista, por el contrario, llega, a lo largo de un anhelo que crece lenta y constantemente hasta hacerse insoportable, a una configuración determinada, que se ha ido formando en su conciencia y es empujado hasta la imagen para liberarse del suplicio" (L.Feininger).

Es preciso hallar nuevos medios artísticos para poder expresar adecuadamente los sentimientos y pensamientos. El expresionista se lanza a la búsqueda del color y de la forma y los reconocecomo cualidades propias, y no ya como suplementos de la naturaleza. Se elevan a la categoría de "escritura rúnica" (P.M. Becker), de "jeroglíficos"(E.L. Kichner), a un plano, pues, que no debe ya limitarse a describir solamentelo visible. "Ya no se trata de reproducir los objetos, hay que llegar a expresar los sentimientos por medio del líneas, colores y esquemas tomados del mundo exterior, pero simplificándolos y dominándolos: una verdadera magia" (A. Rimbaud).


Ya Goethe había intentado utilizar utilizar en su "Teoría de los Colores" (Farbenlehre), la fuerza expresiva del color, al servicio del arte "el pueblo habla del verde como el color de la esperanza, del rojo como color del amor, del amarillo como color de la envidia". El primer pintor importante que se confió totalmente al mundo del color y a la forma como medios de expresión ha sido Van Gogh. Quiere, por ejemplo, dar fuerza a los afectos del hombre mediante el rojo y el verde. Habla de "colores sugestivos", de la posibilidad de desarrollar una especie de música de colores de la melancolía y la tristeza. V.Gogh pinta un café sólo mediante coloración, como un lugar en el que puede uno volverse loco. "En mi cuadro del café he intentado expresar que el café es un lugar en el que es posible volverse loco o donde puede perpetrarse un crimen. Mediante la oposición de suaves rosas, rojos sangrienteos y oscuros rojos de color vino, mediante dulce verdes y un verde verona que contrasta con el verde amarillo y duro gris-azul. Todo esto expresa la atmósfera de un inframundo incandescente, de un pálido sufrimiento. Todo esto expresa la tiniebla." Añadánse las formas: V.Gogh escalona las curvas, los planos, los espacios para las perspectivas súbitas, reúne en agudos rayos gavillas de líneas en las esquinas del cuadro, deja que el pincel forme, acá y acullá, remolinos y llamaradas, escuadra y recuadra las formas como un xilógrafo. No se encuentra ni un sólo trazo que ofrezca o pida paz, todo es acosador, en maraña enloquecedora. La explosión de la expresión en la forma parece estar vinculada al supremo esfuerzo artístico. Nosotros presentimos que esta expresión se encuentra ya en el límite, más allá de la cual todo se disgrega en átomos. Se cuenta que cuando V.Gogh se hallaba bajo la fiebre del trabajo, pasaba directamente los colores desde el cubo al lienzo.


Desde aquí el camino conduce al expresionismo en el cual, con todo, el color y la forma siguen estando, con frecuencia, anclados en el objeto, y a los pintores del "Jinete Azul", como A.Maccke, F.Marc, P.Klee, que se han liberado ya del mundo de las cosas sensibles, y concluye, finalmente con W.Kandinsky y sus discípulos, en la "gran abstracción". "El color es una tecla. el ojo es el percutor. El alma es el piano, con numerosas cuerdas. El artista es la mano que, tocando esta o aquella tecla, pone al alma humana en vibración", escribe Kandinsky.
También el surrealismo es una mirada más allá de la máscara, un avance hacia la meta-realidad, tando de la cosa como del alma humana. Cada objeto posee una estructura misteriosa, que puede hacer visible el objeto mismo. M.Ernst desarrolló una "técnica de la expresión oblícua": la madera, o cualquier otra sustancia, son recubiertas con una hoja de papel, que se raya con un lápiz de grafito. Se reelaboran y se amplían luego las extrañas muestras resultantes y las crespas siluetas son admitidas como manifestaciones de la realidad que queda al fondo. Cuanto más caprichosamente se juntan los elementos -"el antepasado del surrealismo, Lautréamont, habla de la belleza de un encuentro casual de la máquina de coser y el paraguas, en una mesa de disecciones"- tanto más seguramente se sigue una "interpretación, sea total o parcial de las cosas mediante el destello superior de la poesía". "Comparar entre sí dos cosas, cuanto más distanciadas mejor, ponerlas en presencia de una manera descarnada y comprensible, sigue siendo la más alta tarea que la poesía puede atribuirse a sí misma", escribe A.Breton, a quien se deben la mayoría de las declaraciones programáticas del movimiento surrealista. Del surrealismos brota un shock de contraste: se retrata de una manera totalmente naturalista cada una de las partes del mundo de las cosas, pero la combinación actúa de una forma tan inusitada que las consideraciones normales reciben una sacudida, la idea ortodoxa del mundo queda abrogada y se abre de repente el sentido de lo surreal.


También el subconsciente es una realidad situada al fondo, tal como se revela, por ejemplo, en los sueños. Con la llamada "escritura automática, el artista surrealista fija los fragmentos arrojados por el mar turbulento del alma a las orillas de la conciencia". "El hombre, bajo el dictado automático, está totalmente volcado hacia el interior y vigilante, internamente abierto, acechando hacia adelante, adaptándose, más pescador que cazador con trampa; es el estado de la inspiración"(A.Schmeller). De este modo, el surrealismo y la psicología profunda tienen un punto de contacto. en la poesía se habla de monologue intérieur, de pensamientos que ascienden, de sentimientos, de instintos, de cosas totalmente ignoradas o sólo de medias conocidas, de la subsconciencia, de lo apenas siquiera sospechado. En este sentido J. Joyce ha revolucionado la literatura.

HERMANN GLASER "INTRODUCCIÓN A LA CULTURA CONTEMPORANEA" 1968