domingo, 1 de febrero de 2009

LOS RUMORES DEL AGUA

Mientras miro por la ventana de mi habitación la calle, no dejo de sentir algo extraño que me invade por dentro, es como una especie de nostalgia de algo que no sabes si has vivido o quizás te toca vivirlo.
No sabes describir que es aquello que te llama hacia no sabes donde, es igual que cuando paseas por la ciudad y a través de tus ojos entran mil imagenes de sitios y lugares por los cuales has pasado y nunca te han llamado la atención especialmente, hasta que una mañana, una tarde o quizás una noche, has descubierto algo que ha hecho que tus pasos se detengan y durante un instante, te olvides de la prisa que tienes por llegar al lugar donde han de llevarte tus pies.
En ese momento aquello que miras se queda congelado en tu mirada y cada vez que pasas por el mismo lugar intentas descubrir que especie de misterio envuelve al mismo, es como cuando haces una fotografía, una vez que la descargas de la tarjeta y la ves, te das cuenta de que hay detalles que a simple vista no has sido capaz de ver, y sin embargo cuando la tienes ante tus ojos aparecen como por arte de magia esos reflejos como los que hay en estas fotografías y que te hacen preguntarte por los misterios que el agua lleva en su interior, en su transparencia casi dolorosa, en su rumor milenario y callas en espera de una respuesta que quizás no llegue nunca.