domingo, 30 de agosto de 2009

Mi vida, como la de tantos otros.
Una catástrofe que desaparece en una tromba
de viejos periódicos.
Una rosa que esconde un muelle de reloj
no más grande que un pelo enrrollado.
Una guerra encerrada en en globo de cristal.
Un soplete contra una puerta de hierro.
Los bordes de porcelana verde de una noche de invierno
y los relámpagos de los fotógrafos en torno
a una ordeñadora agachada.
Una pelea en un puerto con viejas cubiertas de automóvil
y la pereza de los gatos que dormitan junto a un radiador.
¡Mi vida, mi vida!
Días de masa fermentando y días de pan recién hecho.
Manantiales gemelos que corren cada uno por su lado.
Chispas que saltan entre dientes y relojes de pulsera.
Orejas que se arremolinan en un lavadero,
pechos de cartón rasgados como colmenas saqueadas.
Erizos que se mueven como aspiradoras
y la sombra de un violín sobre el muro de una cárcel.
Un campo de cereales donde muchos de los signos de admiración
se han doblado corvintiéndose en signos de interrogación.
Un latigazo que alcanza a una nutria mojada.
Y plumón pegado en mermelada de rosas.
Un puñado de ortigas bajo el agua:
Seis palomas violeta apiñadas en un clarinete.
Las rojas entrañas, como restos de un globo que ha estallado,
que va sorbiendo el pavo.
Patinaje sobre el hielo de una cubierta de barco.
Blancas chinches acuáticas que comen en torno
al cuello de la camisa
de un solterón ahogado
Un almirez de piedra blanco agrietado que adorna una tumba.
Una solitaria roca en el mar con forma de plancha.
Un faro desde el que se arrojan migajas de pan
que las gaviotas atrapan antes de llegar al agua.
¿Qué es lo que es mi vida en todo esto?


Artur Lundkvist (1964 - textos en la nieve )