martes, 26 de enero de 2010

BOLYCAO BOY

Del polidepordivo a la salida
orgulloso de quince cicatrices
bandolero grumete de pirata
cachorro del amor espiritual
busca en su desorden la merienda

El caso de tu mochila ¿quién lo nombra?
canicas camisetas cromos cartas
gruesos rotuladores fluorescentes
cordones la revista dos cartuchos
de combativos juegos informáticos
En cuidadose estuche cual secreto
los preciosos cristales
que cubre tu miopía maravillosa
el slip fabuloso de repuesto
tal vez ya tu primer preservativo
publicitario. Al fin el bollycao
puesto por mamá joven y atractiva
el bonobús las llaves la toalla
el libro de latín de segundo de bup...

Feliz el que te dé clases particulares
y en la brutalidad de tus labios escuche
la frágil hermosura de la rosa rosae

Juan Antonio González Iglesias
(La Hermosura del Héroe)
III Premio Nacional de Poesía "Vicente Nuñez" 1993

116111


Un teléfono gratuito y anónimo para que los niños hablen de sus problemas: el 116111

¨Se trata de una línea de teléfono gratuita y anónima que pretende ayudar a los menores a hablar de sus preocupaciones y temores.
El servicio lo prestarán las comunidades autónomas y empezará a funcionar previsiblemente este mismo año.

El rango de numeración telefónica 116 está reservado en toda Europa para líneas de servicios armonizados de interés social.

.EFE. 26.01.2010 - 17.42 h

El futuro teléfono de ayuda a la infancia 116111, gratuito y anónimo, permitirá a los niños hablar sobre sus problemas y preocupaciones sin temor, pedir cuidados y protección y avisar a alguien en caso de urgencia. Una resolución de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones, publicada este martes en el BOE, atribuye este número al servicio línea de ayuda a la infancia.

El servicio -que previsiblemente comenzará a funcionar en el presente año- será prestado por las comunidades autónomas, directa o indirectamente, si bien será la Fundación ANAR la entidad encargada en aquéllas que han mostrado expresamente su acuerdo.

Para proteger el derecho a la intimidad, las comunicaciones dirigidas al 116111 serán anónimas


El 116111 será gratuito para el usuario que llama y accesible desde todas las comunidades autónomas; estará abierto a cualquier ciudadano sin necesidad de registro previo, y funcionará las 24 horas durante los 365 días del año.

Para proteger el derecho a la intimidad, las comunicaciones dirigidas al 116111 serán anónimas, por tanto no podrán figurar en las facturas detalladas por las operadoras ni se podrá facilitar a los responsables del servicio la identificación del usuario.


Han manifestado su deseo de ofrecer el servicio las comunidades autónomas del País Vasco, Cataluña, Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Andalucía, La Rioja, Galicia, Comunidad de Madrid y Baleares.

En todos los Estados miembros se reservó el rango de numeración telefónica 116 para la prestación de servicios
La Fundación ANAR, que tiene un servicio de atención a menores desde 1994, se encargará de la prestación en Aragón, Principado de Asturias, Canarias, Cantabria, Castilla y León, Ceuta, Melilla, Extremadura, Murcia y Comunidad Foral de Navarra.

En 2007, la Comisión de las Comunidades Europeas acordó la reserva en todos los Estados miembro del rango de numeración telefónica 116 para la prestación de servicios armonizados de interés social.

La lista inicial contemplaba el servicio "Línea Directa para casos de niños desaparecidos", para la que ser reservó el 116000. La redacción actual incluye, entre otros, los servicios "Línea de Ayuda a la infancia", con el número 116111, y la "Línea de Apoyo Emocional", con el número 116123.



Fuente: 20minutos.es

ESTELA PROVISIONAL

No es en tu piel de piedra, insensible, en donde
esto le gustaría penetrar; no es hacia el alba
insípida, informe y crepuscular, hacia donde
esto, una vez libre, quisiera orientarse;

No es para un lector literario, ni siquiera en favor
de un calígrafo, para quien esto tiene el placer
de ser dicho:

Sino para ella

*
Llegará el día en que ella pase por aquí. Que frente
a ti, erguida y grande, ella lea con sus ojos
móviles, protegidos de pestañas cuya sombra yo
sólo conozco:

Que recorra estas palabras con sus labios tejidos
de carne -cuyo sabor no he olvidado-, su
lengua nutrida de besos, sus dientes cuyas
huellas están aquí siembre,

Que tiemble hasta estemecerse -trigal flexible
bajo el tibio viento-, propagando desde los senos
a las rodillas el ritmo propio de sus caderas
-que yo bien conozco-.

*
Entonces, deducido esto, atravesando el espacio y
danzando con sus compases, este poema, este
don y este deseo,

De un golpe se desprenderá de tu piedra muerta,
oh precaria y provisional, para abandonarse a
su vida,

Para irse a vivir en torno a Ella.


V.Segalen (ESTELAS)

NI BOHEMIOS NI VAGOS

REPORTAJES CULTURAS 19

Una vida de viajes, soledad y horarios frenéticos


La actriz Marisol Membrillo, el escritor Eduardo García, el pintor José Luis Muñoz y el cantaor Churumbaque desmontan los mitos de una profesión que tiene poco de ‘glamour’ y mucho de dedicación, esfuerzo y disciplina

Sara Arguijo Escalante

s.arguijo@lacalledecordoba.com



Cuando a José Luis Muñoz le preguntaban en sus inicios a qué se dedicaba, él solía contestar que pintaba cuadros, (por si acaso, esto último lo matizaba siempre). Entonces, a cualquiera que fuera su interlocutor se le ponía cara de sorpresa y mostraba un profundo interés: –“qué curioso... pintor”, exclamaban–. Claro que lo que Muñoz no sabía es que la siguiente cuestión a la que iba a tener que responder era aquello de: “bueno, pero, ¿y en qué trabajas?”.

Pues bien, esta historia, que hoy día recuerda con gracia el pintor y grabador cordobés, resume a la perfección el concepto que se tiene de los artistas, que despiertan a partes iguales admiración y fascinación entre quienes creen que tienen una especie de don divino reservado sólo a unos pocos y desprecio entre los que piensan que cantar, bailar, escribir o interpretar, por ejemplo, no es digno de llamarse trabajo.

Es más, el hecho de no estar sujetos a un horario fijo ni ir a una oficina, como en otras profesiones, de no desarrollar una labor productiva como tal, de tener la posibilidad de viajar o relacionarse con gente distinta, e incluso, de poder recibir el reconocimiento de los otros hace que a menudo se piense que la vida de artista está llena de privilegios y, por tanto, se crea que es un oficio en el que se hace poco y se vive muy bien. Sin embargo, tal y como han contado cuatro creadores cordobeses a El Semanario, sus vidas no son precisamente de color de rosa y lo cierto es que se pasan el día encerrados en sus estudios o talleres, tienen jornadas interminables, están siempre de un lado para otro, viven pendientes del teléfono y además, “tenemos que llenar la nevera y llevar adelante toda la vida práctica de cualquier persona”, explica el escritor Eduardo García.

Es decir, si algo tienen claro todos es que “para vivir del arte no se puede ser bohemio” y, al contrario de lo que se pueda pensar, Muñoz, García, la actriz Marisol Membrillo y el cantaor Rafael Churumbaque Hijo, coinciden en que la suya es una profesión difícil, que exige estudio, esfuerzo, dedicación, disciplina y en la que “nunca hay nada seguro”, recalcan.


Un trabajo de 24 horas

Para empezar, en el caso de una ciudad como Córdoba, la primera dificultad a la que se enfrentan es la de poder vivir del arte en exclusiva, ya que son muchos los que necesitan otro trabajo para mantenerse, sobre todo, en disciplinas como la literatura o la música. Esto hace que se vean arrastrados al pluriempleo y tengan que compatibilizar los horarios de su trabajo normal, “el que asegura las lentejas” –matiza García, que es también profesor de instituto– con el de su labor creativa.

Él, por ejemplo, trata de encontrar cualquier hueco para encerrarse a leer y escribir y, para eso, no tiene más remedio que renunciar al tiempo que otros reservan al ocio o al descanso y llevar una especie de “doble vida de trabajo intensivo”, describe. Para este escritor, por tanto, “el cáncer de cualquier artista es dejarse llevar por la entretenimiento”, afirma de forma contundente, y si hay algo que lamenta por encima de todo es tener que dejar a medias una historia en un momento de inspiración “porque me suena la alarma del móvil y tengo que irme a dar clases”.

De cualquier modo, al margen de que se compatibilice o no con otra actividad, en todos los casos los entrevistados cuentan que cuando se encuentran inmersos en un proceso creativo “hay que entregarse en cuerpo y alma” y esto se traduce a prescindir de relojes y no tener en cuenta nunca cuándo se termina. Dicho de otra manera, pese a que la labor creadora en sí sea de todo menos rutinaria, la mécanica del trabajo sí lo es, “aunque no piquemos al entrar y al salir como en otros oficios”, explica Churumbaque.

En cierto modo, el que los artistas sean dueños de su tiempo y de su propio trabajo se convierte en un arma de doble filo. No hay que olvidar que esta circunstancia los hace “más libres”, como define Marisol Membrillo, pero al mismo tiempo, los encadena a su propia capacidad de invención, de ahí que una de las preocupaciones que les ronda la cabeza sea la de “¿se me acabará la imaginación? ¿se venderán mis cuadros? ¿me seguirán llamando?...”

Pendientes del teléfono

Claro que se puede decir que la incertumbre y la inestabilidad forma parte de la letra chica de los contratos de cualquier artista. Está claro que no son funcionarios ni tienen un sueldo fijo y como reconoce la actriz cordobesa, a pesar de contar ya con una dilatada trayectoria, a veces está a la espera de una llamada que no siempre llega. Pero es que, además,–según relata– es muy duro someterse continuamente a que otros te evalúen. “Los castings se llevan muy mal porque son como exámenes en los que otros juzgan lo que haces, pero también a tí, porque nosotros somos nuestro propio instrumento de trabajo”, explica.

Por tanto, en la interpretación, Membrillo sabe que “ningún trabajo te garantiza el siguiente”. La de artista, en otras palabras, es una carrera de fondo y esto condiciona inevitablemente el día a día, ya que tienen que estar disponibles para trasladarse allí donde marque el trabajo, pasa muchas horas en el AVE y “cuando estoy haciendo cine, televisión o teatro, pegarme muchos madrugones y rodar durante más de doce horas”, cuenta.


Ni fiesteros, ni drogadictos

Estas circunstancias, los altibajos laborales y la soledad que requiere la creación, marcan inevitablemente las relaciones personales de los artistas que, como lamentan, no pueden pasar todo el tiempo que quisieran con sus amigos, con los que prácticamente se relacionan “a golpe de teléfono” y tienen muy complicado encontrar una pareja que los entienda, soporte sus ritmos de vida y los aguanten, admiten. Sobre todo, cuando están en horas bajas y aseguran volverse insoportables.

Quizás esta es una de las causas que provoca que se les tache de bichos raros porque, como ellos mismo explican, muchas veces están en casa, compartiendo el mismo espacio con otros, pero están ausentes, dándole vueltas a la cabeza, incluso aunque no tengan ningún proyecto inmediato. De hecho, todos los entrevistados cuentan que cuando están en fase de parón artístico aprovechan para leer, escribir, ver cine, ensayar o estudiar, según el caso.

Sin duda, este modo de vida contrasta sobremanera con la imagen de trabajo poco serio o de borrachos, drogadictos o fiesteros que se les atribuye por lo general a los artistas, algo que en el caso de los flamencos se acentúa aún más por la vinculación que tradicionalmente ha tenido esta disciplina artística con la diversión . “Hay gente que te ve con una guitarra y se cree que te vas de fiesta, no se dan cuenta que es un trabajo. Afortunadamente esto está cambiando, el flamenco se está profesionalizando”, dice el cantaor, que combina esta tarea con la de profesor del Conservatorio Superior de Música de Córdoba.


De todo, menos normales

Y es que, sea por desconocimiento o por la exposición al público, esta profesión está rodeada de falsos tópicos y mitos que poco tienen que ver con la realidad del artista de puertas para adentro y, si no, “que me digan a mí qué glamour tenemos las actrices cuando nos quitamos el traje de gala y estamos en casa esperando que nos llamen para trabajar”, sostiene Marisol Membrillo.

Desde el punto de vista de José Luis Muñoz, lo que ocurre frente al artista es que se le considera de todo menos normal, “o se nos mira como privilegiados – dice– o como muertos de hambre”, aunque ellos se afanen en mostrar su lado más humano contando, como detalle, que “también comemos tortilla de patatas”, añade el pintor.

En definitiva, la vida del artista, como la de cualquier otro, tiene sus ventajas y sus inconvenientes pero, más allá de los pros y los contras, es una actividad que ni siquiera se elige, más bien se lleva dentro. Por eso, estos cuatro creadores cordobeses describen los entresijos más desconocidos de su profesión pero no se quejan en demasía. Lo ven injusto porque tienen la suerte de trabajar en lo que les apasiona y porque, al fin y al cabo, “mucho peor es estar ocho horas subido en un andamio”, admite el cantaor flamenco.

“Sólo puedo decir que crear te hacer sentir extremadamente vivo, es algo comparable al amor de los 15 años. Sin duda, es la mejor sensación que he experimentado, no la cambiaría por nada”, sostiene García, que sonriendo vuelve a repetir, “por nada”. Quizás, para aclarar que sí, que es mejor incluso que lo que algunos puedan estar pensando.


PUNTO DE ATENCIÓN


El poder del aplauso

Seguramente nadie haya pasado nunca por una obra y haya tratado de buscar el teléfono del albañil para decirle lo bien que le ha quedado. Al igual que tampoco se agredece lo que hace el fontanero cuando arregla la cañería o el cartero cuando trae una carta al buzón. Pero esto, en el caso de los artistas, es diferente.

El hecho de que lo que hagan –una interpretación, una canción, un poema o una obra de arte– sea capaz de crear emoción genera agradecimiento. Para los artistas consultados por El Semanario esto es, sin duda, una de las cosas más gratificantes de su trabajo. Como sostiene el cantaor Churumbaque, “el aplauso es nuestra comida, el pan nuestro de cada día, trabajamos para encontrar eso”, afirma.

Claro que este reconocimiento no siempre llega en vida, porque como critica García “a veces se piensa que escribimos para la posteridad y sólo se reconoce el trabajo a título póstumo”. En cualquier caso, “el objetivo de un escritor, por ejemplo, es el nuevo libro en sí, no el éxito”.



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domingo, 24 de enero de 2010

SIN TITULO 2010

He tomado prestadas las palabras
Para poder escribir este poema,
Las he tomado de entre el regazo infantil
De una niña de tres años
Que cantaba una canción aprendida
En tardes de callada quietud.
He tomado las palabras de las desconchadas
Paredes de las calles dormidas
Y las he cogido despacio, poco a poco
Mientras palmeaba las manos
Contra la luz amortiguada de una farola
Al tiempo que rotaba mis brazos
Al igual que las cansadas aspas
De un molino antiguo
Cansado ya de moler
Los últimos granos de trigo invernal.



He corrido entre las sombras
A la vez que bebía despacio
Sin prisa alguna
Las gotas cansinas de un tiempo pasado,
He recorrido las calles milenarias
Buscando una respuesta que no existe
En los ojos de gente desconocida,
Una respuesta que escapa apenas como un susurro
Entre las rendijas gastadas
De ventanas cerradas a la vida.

He tomado prestadas las palabras
Para poder escribir un poema,
Las he tomado del viento,
Las he tomado del día
Y sin embargo mis labios
Han callado
Entre las sombras de la vida
Al mismo tiempo que escuchaba la canción infantil
De una niña de tres años.

jueves, 21 de enero de 2010

LEONARD COHEN - POEMAS

1

Un día de éstos
serás el blanco
del desprecio de los esclavos.
Entonces no hablarás con tanta tranquilidad
sobre tu libertad y tu amor.
Entonces te aguantaras las ganas
de ofrecernos tus respuestas.
Tú tienes muchas cosas en la cabeza.
Nosotros sólo pensamos en la venganza.


2

Tus ojos son muy poderosos.
Intentan tullirme.
Pones toda tu fuerza
en tus ojos
porque no sabes lo que hay que hacer
para ser un héroe.

Te has confundido de ideal.
No es un héroe,
sino un tirano
lo que aspiras a ser.
Es por esos por lo que la debilidad
es tu cualidad más atractiva.

No tengo planes para tí.
Tus peligrosos ojos negros
se clavan en la chica más cercana
o en el espejo más próximo
mientras vas esperanzado
de profesión en profesión.


3

Cuando esta mujer Americana
de muslos envueltos en una infernal tela roja,
pasa atronadora junto a mi asiento
como una tribu mongol arrasadora de bosques,
la ciudad es violada
y frágiles edificios de un centenar de años
caen capoteando a la calle;
y mis ojos son quemados
para las bordadas muchachas chinas,
ya ancianas,
y tan diminutas entre delgados pinos
de estos enormes paisajes,
que si vuelves la cabeza
desaparecen de la vista durante horas.

CULTURETAS "BY THE FACE"


En Córdoba es posible asistir a un concierto, ver un buena película o acudir a un recital poético a coste cero. Todo es cuestión de estar al día

Sara Arguijo Escalante

s.arguijo@lacalledecordoba.com


Se escucha por todas partes, que no hay dinero para esto ni para lo otro. Que la vida está muy cara y los sueldos -cuando los hay- siguen igual. Que en cuanto se pone el pie fuera de casa se empieza a gastar. Que así es imposible ir a ningún lado... En definitiva, desde que la crisis ha entrado en nuestras vidas la cultura, esa que el historiador Diógenes definía como “un adorno en la prosperidad y un refugio en la adversidad”, se convierte más que nunca en una necesidad para el espíritu y en “la mejor vía de escape”, confiesa Cristian Tena, un cordobés en paro de 33 años. Claro que, en estos momentos, para que realmente sea así no hay más remedio que convertirse en un especialista del by the face (por la cara) y esto significa ir en busca y captura de todo lo que sea económico. “Si no fuera así, sería imposible asistir”, añade Tena.

Manual de un buen cultureta

En este sentido, es necesario erradicar la idea de que el arte es un artículo de lujo porque, según aseguran artistas y espectadores cordobeses, “también se puede ser ‘cultureta’ en crisis”. Es más, como ellos mismos confirman, aquí en Córdoba ver una buena película, asistir a un concierto o acudir a un recital de poesía, entre otras actividades, puede salir totalmente gratis. El truco está simplemente -indica María Sánchez, una estudiante de 20 años, asidua a este tipo de eventos- en “estar al día de todo lo que se cuece”.

Dicho de otro modo, un ‘cultureta’ que se precie se conoce al dedillo el contenido de guías como Andalocio o Go, mira de manera asidua las agendas de los diarios y no suele rechazar la invitación de un amigo, algo que por otro lado ha proliferado bastante con los grupos que se crean en las redes sociales y que informan sobre lo que se va a hacer. “Mucha gente se queja de que no hay publicidad cuando en realidad no se molestan lo más mínimo en informarse”, critican todos.

En cualquier caso, es verdad que una vez que se entra en este circuito de “micro-cultura”, como la llama Antonio Romero, artista miembro de Poliposeidas, es mucho más fácil enterarse de la oferta porque -aunque sonrían al confesarlo- lo cierto es que estos eventos congregan casi siempre las mismas caras con lo que el boca a boca termina siendo la mejor fórmula de promoción.

Por otra parte, hay locales, colectivos e instituciones que son el paraíso de cualquier amante de lo gratuito, ya que cuentan con un programa continuo y cuya entrada es siempre libre. Aunque, como señala el poeta Nacho Montoto, éstos suelen prestar más atención a la literatura o a la música que a otras disciplinas artísticas como el teatro. De hecho, admite que es la poesía lo que más se promueve en esta ciudad y rara es la semana que no hay programado un ciclo, donde poder disfrutar de la presencia de poetas consagrados como los del Aula de Poesía, el de Letras Capitales o el Poesía Diversa.

El top ten de lo gratis

Aún así, el top ten para abastecerse de cultura en estos tiempos lo conforman, sobre todo, espacios como la Filmoteca de Andalucía, que ofrece diariamente dos sesiones de películas clásicas y actuales por menos de un euro, locales de ocio como La Espiga, el Automático, Soul, Amapola, el Glam, el Jazz Café o la Sala Metrópolis o el Teatro Avanti, donde a pesar que hay que pagar entrada “el precio es muy asequible”, resaltan los entrevistados.

Asimismo, si se quiere disfrutar del arte el abanico es incluso más amplio porque la visita a las exposiciones de cualquier galería, como Carmen del Campo, Arte 21 o Tula Prints, no cuesta un céntimo y tampoco las que organizan instituciones como Diputación, Ayuntamiento o Cajasur. A esto hay que añadir los talleres y programas que organizan centros como el Círculo Juan XXIII, la Casa Adarve del Instituto Andaluz de la Juventud, la Universidad, el Conservatorio, el Jardín Botánico y más recientemente la Fundación Bodegas Campos, entre otros, que también cuentan con una oferta cultural más o menos periódica. “Existen más cosas que hacer de las que la gente se cree y si buscas probablemente hasta te va a dar coraje porque no puedes asistir a todas”, lamenta Montoto.

De hecho, esta es una de las cuestiones que más críticas suscitan. El que la mayor parte de estos eventos los organicen entidades particulares hace que muchas veces se solapen en las fechas, algo que ocurre también con los festivales como Cosmopoética, Eutopía o Ídem, que se suelen concentrar en una época concreta del año, mientras que “en invierno estamos más bien de sequía”, opina Romero.


Calidad, ¿a buen precio?

Claro que una cosa es cuántas actividades se hagan y otra distinta la calidad que tengan. La cultura a coste cero tiene también sus detractores que piensan, por un lado, que lo barato es malo y, por otro, que de alguna forma se mal acostumbra al público a no pagar por su consumo.

Pues bien, en cuanto al primer argumento parece que hay más unanimidad entre quienes han hablado para El Semanario, ya que en su mayoría defienden que en estos encuentros participan artistas punteros y contrastados y que en algunas ocasiones estos actos aportan mucho más que otros para los que hay que pagar entradas carísimas. María Sánchez, por ejemplo, considera que es una pena que muchos cordobeses no se aprovechen y no sepan apreciar todo lo que hay.

Sobre todo, cuando para que sea así los creadores tienen que formar parte de estas iniciativas por puro altruismo, por amistad con los organizadores o porque como defiende Fabricio Galadí, uno de los impulsores del proyecto Medio Pliego -una publicación mensual que persigue poner poesía gratis en la calle-, “es una forma de promocionar el arte y abrir una puerta para que los ciudadanos conozcan lo que hacen los artistas y quieran luego pagar por verlos”, sostiene. Esto, por tanto, se puede convertir en un arma de doble filo porque se cae -asegura Romero- en devaluar la profesión de los artistas y arrastrarlos a tener que trabajar “por amor al arte”, define. Por eso, todos apuestan por buscar fórmulas intermedias que permitan reconocer al creador y no cobrar precios abusivos a los espectadores.

De cualquier manera, “si las cosas se hacen bien”, tal y como recalcan todos, lo gratis puede convertirse en un mecanismo genial para generar público y formarlo. Montoto recuerda que existe un enorme potencial de artistas que se mueven en este nivel y de los que posteriormente han nacido muchas de las actividades ahora mismo punteras, algo que hay que explotar al máximo “porque la cultura gratuita es la raíz para que Córdoba pueda expandirse económicamente, sobre todo, de cara a la capitalidad cultural”.

Por tanto, todo depende de cómo se gestione lo que se ofrece. Y, en último término, “aunque no es de alta calidad, es para todos, y esto es una muy buena idea”, defiende Cristian Tena.




PUNTO DE ATENCIÓN


La fórmula del yo me lo guiso y yo me lo como

Uno de los principales problemas que presenta la cultura gratuita es la rentabilidad que aporta a quienes la promueven. Dejando a un lado las que organizan las instituciones públicas, lo cierto es que los responsables de llevar a cabo estas iniciativas no sacan una gran tajada económica de las mismas.

En el caso de las actividades que se organizan en locales, las ganancias que se consiguen son las que suscitan las ventas, y las que organizan asociaciones o grupos particulares, sobreviven gracias a las subvenciones o la propia autofinanciación.

Éste es precisamente un modelo que ha puesto en práctica Luneados, un colectivo que organiza conciertos privados de música y poesía en azoteas particulares, y que todos ponen como un buen ejemplo de gestión, ya que con una fórmula bajo la cual se paga una entrada simbólica que permite continuar la actividad está consiguiendo muy buena acogida. Algo parecido es lo que han hecho los impulsores de Medio Pliego, que como explica Fabricio Galadí, reducen bajo mínimo los costes gracias a que son ellos mismos los que imprimen, doblan, distribuyen y financian los ejemplares y a que los poetas prestan sus versos de manera desinteresada. Y es que, al final, nunca llueve a gusto de todos.



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martes, 19 de enero de 2010

FOTOS 2010-2



Me haré viejo,
la fotografía se hará vieja.
Moriré,
la fotografía irá a parar a un museo.
Estudiad a los que están desnudos.
Ellos también envejecen,
incluso ellos, los que están desnudos;
incluso los que han sido abandonados.
La fotografía te hace ver que
la forma que tienes de abrazar a tu chica
está pasada de moda.
LEONARD COHEN

domingo, 17 de enero de 2010

Última salida: la televisión

LA VOZ DE LOS TONTITOS CULTURAS 32

Independiente semanario de los tontitos de Córdoba

“Todo parecido con la realidad es pura coincidencia”


Exclusiva de la semana


La falta de financiación lleva al alcalde de Córdoba a presentar el proyecto de obras del Palacio del Sur al programa de Nuria Roca: “Reforma Sorpresa”

La voz de los tontitos

opinion@lacalledecordoba.com


Cuando el dinero no llega hay que agudizar el ingenio y eso es lo que ha hecho el alcalde de Córdoba, Andrés Ocaña que, cansado de las buenas palabras y escasos fondos que hasta ahora han aportado la Junta, el Gobierno Central y el Ministerio de Industria para el Palacio del Sur, ha decidido ponerse manos a la obra (nunca mejor dicho) y dejar el futuro del proyecto en manos de la televisión, en concreto del exitoso programa de Nuria Roca, “Reforma Sorpresa” cuyos operarios se trasladarán a Córdoba en los próximos días para iniciar una obra que, debido a su magnitud, ocupará varios capítulos del espacio televisivo de Cuatro.

“Hemos decidido recurrir a la televisión como cualquier ciudadano que desea emprender una obra en su casa y no tiene suficiente financiación. Confiamos en el equipo de “Reforma Sorpresa por su rapidez y su bajo coste”, ha señalado el edil cordobés que añadió “los Ayuntamientos necesitan nuevas vías de colaboración con el capital privado y ésta es una de ellas. Estamos haciendo historia y muchos de los que ahora nos critican nos seguirán en breve”, señaló un sonriente Ocaña.

La noticia, como viene siendo habitual, pilló por sorpresa a Rafael Blanco que se enteró por la prensa y, creyendo que era una broma se limitó a declarar “dada la situación que tenemos, más que a Reforma Sorpresa deberíamos ir a Ajuste de Cuentas que es otro programa de la misma cadena y a lo mejor nos ayudaban a cuadrar el balance de 2009”.

En el PP, Nieto aseguró no salir de su asombro recalcando que “pensábamos que el populismo de Rosa Aguilar era insuperable, pero Ocaña ha ido mucho más allá. Que nadie se engañe, esto es una burda estrategia de un alcalde sin carisma que sólo quiere acumular minutos televisivos” y es que aparte de la construcción del Palacio del Sur el programa emitirá el documental “historia de un alcalde sensible” que analizará la biografía personal de Ocaña.




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El pintor más universal... y el menos accesible

ARTE CULTURAS 27


Las barreras arquitectónicas, la escasez de cartelería o la pobre iluminación del Romero de Torres piden una reforma a gritos. Los fondos ‘anticrisis’ podrían traérsela, aunque aún no se ha concretado

Olga Pérez Barbero

o.perez@lacalledecordoba.com


Si hay un pintor que se identifique con Córdoba, ese es Julio Romero de Torres. Por eso extraña que el Museo que acoge su obra tenga muchas lagunas que impiden que ésta sea totalmente accesible –tanto en el sentido arquitectónico, como en el de comprensión– al público en general.

Algo que podría cambiar si, finalmente, se acepta la propuesta del teniente de alcalde de Cultura, Rafael Blanco, para que la pinacoteca se beneficie de la partida del Fondo Estatal para el Empleo y la Sostenibilidad Local, más conocido como fondos anticrisis, para 2010.

Si bien Blanco anunció en diciembre que con esta subvención podrían iniciarse obras de restauración, nueva iluminación y mejora de accesibilidad en el Museo, ni el propio edil, ni tampoco la directora de la Unidad de Museos Municipales, Mercedes Valverde, quieren adelantar en qué podría consistir esta intervención.

Una nueva oportunidad

De confirmarse ésta, las ayudas estatales podrían ser una buena oportunidad para un museo que, desde que se inauguró en 1931, sólo ha sufrido dos intervenciones, sin contar la de su apertura. Así, en 1936 se ampliaron las salas con la incorporación del piso superior –al que únicamente se tiene acceso mediante unas empinadas escaleras– y en 1992 se renovó el sistema de refrigeración, iluminación y el de seguridad, que, veinte años después ya ha quedado obsoleto.

Pero no sólo el desfase de estos sistemas o los problemas de accesibilidad física, a los que también se refiere el informador turístico Luis Larrea, afectan al Museo, al que se suman otras cuestiones que dificultan que la visita al antiguo Hospital de la Caridad resulte clara.

Así, por ejemplo, en el folleto explicativo de la visita, el recorrido se establece por salas. Sin embargo, en el Museo no existe ninguna placa que indique el número de sala –al inicio de la misma– ni ningún plano que vaya guiando al visitante de un lugar a otro, sin producir confusión sobre el lugar en el que se encuentra en cada momento.

Asimismo, el título de los cuadros sólo se encuentra indicado en español y, en la conocida como sala íntima, la disposición de los objetos y la distancia que hay que guardar con los obras dificulta la propia lectura de los mismos.

A esto se suma una pobre iluminación y, como indica Larrea, una sede que en sí misma guarda las limitaciones de un edificio del siglo XV, de reducidas dimensiones, “que impide que pueda verse la totalidad de los fondos, y que hace que, en ocasiones, tengamos que dividir a los grupos para poder acceder al mismo”, apunta el guía.

La propia esencia del edificio, un monumento histórico-artístico de protección especial, afirma Larrea, dificulta una intervención que pueda acabar definitivamente con las barreras físicas y oferte las garantías de accesibilidad presente en la Ley de Museos y Colecciones Museográficas de Andalucía.

Por eso se han barajado otras posibilidades como la de ocupar la actual sede del Museo de Bellas Artes (con el que comparte ubicación) –una vez que éste se traslade a su nuevo emplazamiento–. Una opción que permitiría ampliar la colección y protegerla mejor, pero que tampoco está resuelta.

Así las cosas, sólo queda esperar para ver si efectivamente el Museo se pone a la altura del pintor.



PUNTO DE ATENCIÓN

Las visitas bajan un 10% en 2009

El Alcázar de los Reyes Cristianos, el Museo de Julio Romero de Torres y los Baños Califales registraron en 2009 un total de 400.000 visitas, según los datos facilitados por la directora de la Unidad de Museos Municipales del Ayuntamiento de Córdoba, Mercedes Valverde. A pesar de que estos datos suponen un descenso del 10 por ciento, respecto a los registrados en 2007 y 2006, Valverde los califica como buenos, teniendo en cuenta la mala coyuntura económica que también está afectando al turismo. En este sentido, destaca que los Baños Califales, que se acercan a las 57.000 visitas, sí que han experimentado un ascenso considerable, mientras que el Museo Romero de Torres “que roza los 60.000 visitantes” y el Alcázar, “casi con 300.000”, mantienen cifras muy similares a las de 2008. Como ya es habitual, este último monumento de titularidad municipal es el que concentra el interés de los turistas.



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jueves, 14 de enero de 2010

FRONTERA

Lo quise y puse todo en tu frontera,
trazo de hiel que hallé al azar un día.
Reino de mi abrojal, ¿quién no se hacía
propicia presa de tu airada hoguera?

Cuervos que encaramándose a la fiera
de impuro seno amamantaron cría.
¡Como si el corazón no fuera el guía
de la ceguera! Oh trampas de ramera,

menos sumisa cuanto más lasciva.
Vine a tu inmundo harapo y fui cogido.
Quise arrostrar la soga y la cadena

tras la muralla de tu entraña esquiva.
Quise y no supe. Pero te he querido.
Canta en mi sangre un llanto de azucena.

Vicente Nuñez

BAILAORA

Su brazo trazó en el aire
una estela de misterios
y sus plantas palpitaron
quebrantando los silencios.

Luego se abrieron sus ojos
como lagos bajo el cielo
y esperó que de él bajara
un rutilante lucero.

Pero el brillo estaba ya
arrebujado en su cuerpo
y encendiendo sus mejillas
de un albo casi perfecto.

Agil sonó la guitarra,
con arrullos palomeros
que encabritaron sus carnes
y despeinaron su pelo.

Un casamiento de palmas
con roncas voces de aliento
hicieron correr su sangre
desde los pies hasta el cuello.

Crepitó la lumbre oculta
bajo sus ropas de yelo.
Clamores de llamaradas
dieron contorno a su cuerpo.

Fue cadencia y luego gracia,
fue tormenta y luego verso,
fue lujuria derretida
en arrebato poseso.

Inflamada por la danza,
se quemó todo su cuerpo.
Voz y guitarra callaron
oprimidas por el miedo.

Cuando el fuego se apagó
y todo quedó en silencio,
cuatro guitarras de plata
purificaron su cuerpo.


Juan Velasco
1993 (extraido del libro "Cuando gemido me siento")

libro publicado por la Excma. Diputación Provincial de Córdoba

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lunes, 11 de enero de 2010

LA CIUDAD - Córdoba

Quien desde tanto tiempo aquí ha tomado
asiento y Vigilancia entre los hombres
Puede dejarse confundir oculto
Tras la sospecha hostil de la Asamblea.
De otra memoria nadie
conservará los viejos atributos;
y en la tarde templada,
Por las estrechas calles solitarias,
Distinguir apenas alguien sabría
Traza tu inconfundible de extranjero.


Mientras contemplas la ciudad que amas
en la noche festiva,
El corazón, lo mismo que un fantasma
En su heredad, se pierde entre las sombras.
Tu pensamiento, dejaste que luego
La plaza y el balcón, agua gloriosa
y diste de la mañana,
en las filas robustas de la obra
Por ejemplo urbano al brazo Mercenario,
Naufraga allí, oh hastío
término pecado, separada tortura,
Curso del hombre Anclado en su demora.


Ciego Podría fingirte
o dejarte sangrar Contra las garras
del tosco almotacén, en La Concordia
altisonante de los Mercaderes.
Todo proclama el lleno de la vida,
Los Oficios urdidos,
Aún la lejanía de tu Existencia.
Una disputa acaso entre los Templos
Altera el bronce frío y la Liturgia
del Dios que, como tú, discurre en las afueras.
Toma entonces la vida
bajo esa clara sombra de la Fuente:
Nadie vendrá Contigo a compartirla
si no es el viento suavemente airado.


La esplendidez de la mañana, Esta
o aquélla iguales en tu misma carne,
Distribuye con cuánta disciplina
recompensa al forastero y, asido
con firmes lazos urbano Trasiego al.
Esos triunfos son sólo de olvido
que con su piel sucumbirán un día.
¡Levad, Levad, que afluye
La Llana comitiva de los pueblos!
Pasan del río o al zoco a la aljama de
Bajo el boato de los sicomoros,
cenital y al toque, dando la hora
Justa del ser que ordena
Existencia y retales,
Sólo el silencio, como un perro hambriento,
con sus pasos los tuyos acompasa.


Si en un orden así, una suerte por
más primitiva Escapas
un terrena la ciudad y sus afanes,
teme que en otra libertad no encuentres
La esclavitud y preciosa de la vida.
Y este ritmo ideal, amurallado
En un grato designio a los mortales
Tú lo percibes yerto en otra instancia
Como un rumor de estéril de la sangre.


Aquellos que creíste
en vecindad, Cayeron.
Eternos Almunia Río y parecían
En una convivencia tan risueña;
pero esos dones pasajeros, siempre
tú ausente del premio de la tierra,
A por ellos liberó hasta extinguirlos
en La Paz victoriosa del olvido.


Y a ti, oh ciudad, si un día
un someterme al yugo de los tuyos te inclinas,
Que Un raso Afán diario
de amor mortal me ocupe y me consuma.
Mas si otra vez no acudo
En una contigo edad,
Quítame toda esperanza piadosa,
al fin dormido bajo los cipreses.


Vicente Núñez