jueves, 4 de febrero de 2010

El ‘ni contigo ni sin ti’ de la violencia de género

SOCIAL ACTUALIDAD 10


La debilidad de las victimas de maltrato las empuja a consentir que sus agresores quebranten la orden de alejamiento con mucha frecuencia. La Fiscalía se muestra inflexible y exige más apoyo para las mujeres

Laura Pérez

l.perez@lacalledecordoba.com


Uno de los mayores fracasos que continua provocando la Ley Integral contra la Violencia de Género en cuanto a la protección de las víctimas, tiene lugar cuando una mujer consiente que su agresor quebrante la orden de alejamiento que consiguió tras denunciarlo, incluso reanudando la convivencia con él.

Los profesionales jurídicos y sociales que trabajan contra los malos tratos coinciden en que dentro del total de los quebrantamientos de las órdenes de protección como medidas cautelares o como condena firme tras sentenciarse un delito que se producen cada año, hay una gran mayoría en los que la mujer ha consentido e incluso propiciado el acercamiento. “Las mujeres no quieren estar con ellos pero al tiempo, hay factores emocionales, psicológicos y familiares que los unen. Es un ni contigo ni sin ti”, lamenta la presidenta de la Plataforma Cordobesa contra la Violencia de Género, Carmen León.

Las cifras hablan por sí mismas. Según el balance de 2009 de la Subdelegación del Gobierno sobre violencia de género, hasta 109 mujeres de las 1.056 que presentaron una denuncia tras haber sufrido algún tipo de agresión de sus parejas, ya estaban bajo orden de protección, una cantidad que supone un 10,3 por ciento del total.

Pese a que este porcentaje es inferior al 19 por ciento registrado el año anterior, el Subdelegado del Gobierno, Jesús María Ruíz, mostró su preocupación pues, tal y como aseguró, muchas de las agresiones se produjeron después de que fueran las mujeres quienes aceptaron el reencuentro con su agresor, lo que evidencia que “hay que seguir trabajando para evitar que vuelvan a sufrir”.

La Fiscalía se muestra inflexible

Hasta noviembre de 2008 el hecho de que la víctima diera su consentimiento cuando se producía un quebrantamiento de una orden de alejamiento, impuesta como medida cautelar, eliminaba el delito y con ello, se retiraba toda protección. Sin embargo, tal y como explica el Fiscal delegado de Violencia de Género en Córdoba, Borja Jiménez, desde entonces la jurisprudencia cambió y el hecho de que la mujer se arrepienta en su denuncia y decida volver con su agresor “no tiene relevancia alguna en el proceso pues se considera que ella no tiene capacidad de decisión, la estamos protegiendo”.

En esta línea es en la que la Fiscalía de Violencia de Género está trabajando muy duro para intervenir en los quebrantamientos de órdenes de protección. De hecho, tal y como confirma el Fiscal delegado de Violencia de Género, “nos mostramos inflexibles con este tema, cuando una víctima pide que le retiren la protección un viernes porque ha vuelto con su agresor, después de haberle puesto una denuncia el lunes, nos negamos en rotundo y además, iniciamos un procedimiento contra él por incumplimiento de condena en el que pedimos cárcel”.


Ella no es responsable

Pese a que, como aseguran las fuentes, en muchos de los quebrantamientos la victima ha estado totalmente de acuerdo, no existe ningún tipo de intervención judicial contra ellas. Como explica el Fiscal delegado de Violencia de Género, la prohibición de acercamiento pesaba sobre el agresor y no sobre la víctima y por tanto, a la mujer no se la puede culpar de nada. Ahora eso sí, “no retiramos la protección por mucho que ella lo pida y se arrepienta de haber denunciado”, asegura.

De cualquier forma, esa segunda oportunidad que las mujeres dan a sus agresores puede ser la última y por ello, son los propios colectivos que luchan contra la violencia de género quienes alertan sobre la necesidad de fomentar el apoyo que reciben las mujeres en los primeros días tras denunciar una agresión. Como explica Carmen León, “en esos momentos las victimas tienen una gran debilidad y es necesario que trabajemos mucho para darles un apoyo psicológico y evitar que vuelvan a la boca del lobo”.

Además, Carmen León insiste en la urgencia de canalizar cualquier medida o estrategia laboral que pueda potenciar la independencia económica de las mujeres víctimas de maltrato con urgencia pues, en la muchas ocasiones, además del enganche psicológico que les provoca el maltrato, se ven atadas y sin posibilidades de salir adelante por si mismas.

PUNTO DE ATENCIÓN

Más jóvenes y más agredidas

El año 2009 ha vuelto a confirmar la tendencia de los dos anteriores en los que la edad de las víctimas de violencia de género cada vez es más baja. De hecho, según los datos facilitados por la Subdelegación del Gobierno, el 70 por ciento de las mujeres que denunciaron eran menores de 40 años y como medi, tenían entre 21 y 30 años.

Otro de los rasgos que ha alertado a los agentes sociales y jurídicos es el hecho de que en el 71 por ciento de las 1.056 denuncias que se registraron en la provincia en 2009, se presentó un tipo de violencia conjunta, es decir, que la víctima había sufrido agresiones físicas y psíquicas a la vez, cuando en los años anteriores no era tan habitual que ambos tipos aparecieron unidos.



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