miércoles, 16 de junio de 2010

¡LIBERTAD! - ALFONSINA STORNI

Entré a tu alma a conocerla y tuve
horror tan pronto que en su seno estuve.

Tu alma es una habitación cuadrada
de aire grasiento y humedad salada.

La luz por claraboya miserable
entra hasta la buhardilla inhabitable.

Alma de un muerto tanto horror no diera,
alma de muerto tanto mal no hiciera.

Crujieron mis pulmones: en el seno
del alma tuya respiré veneno.

Dije en un grito lúgubre y horrendo,
dije en un grito que lo estoy oyendo:

"Aire, más aire para el alma mía;
no puedo más, me estoy intoxicando".

¡Ah!... ¡Me he salido ahogando y correteando
estoy ahora por la selva umbría...!

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