lunes, 14 de mayo de 2018

ATARDECE


Atardece,
solo
en tres metros cuadrados,
escucho,
el melancólico
cantar acompasado
de la liviana música
que inunda
de utópicas imágenes
la acristalada estancia
donde me dejo llevar
por las cavilaciones
que los primeros minutos
de la acabante luz del día
traen hasta mi,
envueltas
en la azulada sabana del anochecer.

Atardece,
y dicen las voces
que entonan
las canciones antiguas
que soñar es gratis,
que ligero de equipaje,
debes tomar
el sendero
donde el viento del norte
prepara su encuentro
con el viento del sur
para poder llegar hasta el mar
y arremolinarse
entre las blancas arenas
de alguna playa perdida,
en la que los cuerpos descansan
los huesos cansados
por el tiempo.

Anochece,
y el pensamiento de mi voz,
deja marchitar,
la luz de gas
que las tenues letras
de un poema perdido
en el fondo de algún cajón olvidado,
se prenden manoseados,
en un papel tras otro
mientras la noche
adormece mis sentidos.

AMADO mayo 2018

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